En Gobierno Municipal de Naranjal
Contratos de canchas: ¿despilfarro, demagogia o corrupción?
Primera ParteInvestigación: Lcdo. Raúl Barreto
Fotos: Sueltillo
Según el contrato C-OP-27-08-2006-PS-RER, celebrado el 22 de agosto del 2006 entre el Sr. Ruperto Espinoza, Abg. Lorenzo Pazmiño – Alcalde y Procurador Síndico, respectivamente, del Gobierno Municipal de Naranjal - CONTRATANTES, y el Ing. Olmedo Villao Orozco – en su calidad de CONTRATISTA, a quien se le adjudica la construcción de cuatro canchas deportivas de uso múltiple, en cuyo caso se puede observar presunción de malos manejos de los dineros públicos, en franco indicio de corrupción que ameritaría una seria y exhaustiva auditoria por parte del Gobierno Central, a fin de transparentar la tan cuestionada administración municipal, que a lo largo de estos últimos años ha venido recibiendo el favor y respaldo político del Partido Social Cristiano, de acuerdo a las permanentes objeciones públicas planteadas por sectores sociales, políticos y concejales de minoría de la localidad.
En el contrato consta que las canchas a construirse son en el Recinto El Tesoro, del sector San Jacinto, de la Delicia; Recinto La Toma, de Balao Chico; Recinto La Marsella, de la parroquia San Carlos; y Barrio San Jacinto, de la ciudad de Naranjal, a un costo de SESENTA Y SIETE MIL CIENTO VEINTIDOS DOLARES CON DOCE CENTAVOS, es decir que cada cancha tiene un costo unitario de DIECISEIS MIL SETECIENTOS OCHENTA DOLARES CON CINCUENTA Y TRES CENTAVOS.
¿Demagogia y proselitismo?
El contrato fue firmado en instancias de campañas políticas del 2006, por lo tanto, el Gobierno Municipal abrió frentes de trabajo, puesto que violando expresas disposiciones del instrumento contractual, y de acuerdo a la cláusula NOVENA, el PLAZO de la entrega de la obra era de sesenta días calendario contados a partir de la entrega del anticipo; y obras como la del barrio San Jacinto se la inició por el mes de octubre 2006, luego quedó paralizada y se reinició recién por el 24 de enero del 2007, es decir cinco meses después, sufriendo un retraso de noventa días sin que se hayan aplicado los procedimientos pertinentes como PRÓRROGA del PLAZO (cláusula décima); MULTAS (cláusula décima primera); RESCICIÓN (cláusula décima sexta – terminación unilateral del contrato si el contratista no iniciare los trabajos dentro de los quince días de la recepción del anticipo y la suscripción del contrato); FISCALIZACIÓN (cláusula décima cuarta – el Director de Obras Públicas Municipal, quien ejercerá la representación municipal en la ejecución del contrato). Por falta de información en la página web del Gobierno Municipal de Naranjal, en aparente incumplimiento a lo que determina la Ley de Transparencia y Libre Acceso a la Información, se colige que de los anotados procedimientos legales y tantos otros, ninguno se ha cumplido dentro del mencionado contrato.
Es más, tales obras jamás pudieron retrasarse por cuanto el Ing. Com. Daniel Medina Valarezo - Director Financiero Municipal, mediante oficio emitido el 03 de agosto del 2006, confiere la disponibilidad presupuestaria para la ejecución de las cuatro canchas, a pesar de la contradicción de procedimientos del cabildo porque en el contrato dice que el concejo municipal en sesión ordinaria No- 08-2006 celebrada el día martes 21 de febrero del 2006, resolvió la ejecución de tales obras, supuestamente tomando en cuenta el presupuesto referencial elaborado por el Director de Obras Públicas – Ing. Félix Casares, mediante oficio PR – No- 106 – OO. PP. MM, emitido el 04 de agosto del 2006, así como la disponibilidad económica del 04 de agosto del 2006, habiendo incongruencias de fechas entre la resolución adoptada por el cabildo y los informes técnico y económico, del cual debieron ampararse para resolver la autorización de tales contratos, observándose que primero se autoriza y luego se conoce de presupuestos referenciales y disponibilidad de fondos.
Indicios de dolo
En el Recinto La Toma del sector Balao Chico no existe el mínimo vestigio de cancha municipal de uso múltiple, y todos los moradores entrevistados por este medio dijeron que en la zona no existe comité alguno y aseguraron desconocer que se haya solicitado a la municipalidad la ejecución de cancha alguna; los señores Ramiro Zambrano, Jhony Palacio y Juan Pérez dijeron que en el sector existen varias canchas de tierra en áreas privadas y únicamente en la cancha de tierra en predios del señor Luis Armijo el municipio instaló lámparas y arcos; enfatizaron además que no existe área comunal porque todos son finqueros. Pese a esto el municipio contrató la construcción de tal cancha en el mes de agosto del 2006, hasta el momento nada se ha hecho, mientras tanto surge otras de las tantas preguntas, ¿por qué se contrató si no había área pública disponible?, ¿Se evidencia la falta de planificación, falta de fiscalización, falta de supervisión municipal?.
Los miembros del Comité de Contratación Pública Municipal también deberán responder, porqué se obviaron procedimientos, toda vez que dicen haber sesionado el 04 de agosto del 2006, a las 15h00 a fin de convocar a profesionales entendidos en la materia de construcción; y, en fecha 18 de agosto del 2006 adjudicaron como ganador al Ing. Olmedo Villao Orozco, contratista a quien que nunca lo vieron en los Recintos El Tesoro, La Marsella, ni en el barrio San Jacinto, durante la ejecución de tales obras, según investigaciones hechas por este medio; fuentes extraoficiales dijeron que al Ing. Olmedo Villao suele ser el único ganador en concursos de ofertas en determinadas obras desde hace varios años, pero solo presta la firma porque presuntamente hasta suelen llevarle los documentos a Guayaquil para que firme los contratos y los cobros pertinentes; inclusive que algunos de los Concejales aseguran no conocer a tal contratista, y a veces ni se dan por enterados cuando se ejecutan ciertas obras públicas municipales.
Presunta malversación de fondos públicosEn el Recinto El Tesoro entrevistamos a los señores Francisco Chinachi y Nelson Ramírez, Presidente y Secretario, respectivamente, del Comité Pro Mejoras; En el Recinto La Marsella indagamos a los señores Teobaldo Aguirre e Inés Vera, ex vicepresidenta del sector; y en el barrio San Jacinto mas notorio aún, ya que en los tres sectores los moradores aseguran haber colaborado con para abaratar costos de tales canchas; ellos prestaron capillas, escuelas, salones para que se guarden los materiales y herramientas de construcción, hicieron guardianía gratuita, etc, sin embargo en el contrato, dentro de la tabla de precios, en los ítems 1 y 2 y en los rubros de gastos por Caseta Bodega se destina un monto de $ 399,60; Guardianía, $ 587,52; se asigna y se paga casi mil dólares por cada cancha, por trabajos y servicios no realizados; a esto se agrega que a cada par de arcos de indor se le asigna el pago de $ 700, cuando el verdadero costo es de $260, 00 cada par de arcos de hierro galvanizado, según referencias de maestros soldadores, estimándose un presunto sobreprecio de $440,00 por cada dos arcos, presumiéndose que los demás rubros también soportan sobreprecios, todo lo cual suma grandes montos de desvíos de aquellos dineros, que si no se los invierte en la obra pública, a bolsillos de alguien deben ir.
Los costos se abaratarían aún más puesto que muchas veces se utiliza la misma maquinaria municipal para el traslado de material pétreo al sitio de la construcción, inclusive se dijo que Recinto El Tesoro se obtuvo el cascajo del estero piedra de afilar cuya cantera queda a unos doscientos metros del centro poblado y de la obra ejecutada. En cuanto a las especificaciones técnicas de la cancha se teme que esta colapse, aduciéndose que no se aplicó un correcto arriostramiento perimetral, por lo que piden un urgente relleno en el contorno de la cancha.
La mayoría de obras municipales se ejecutan bajo normas de la Ley de Contratación Pública, e índices de precios de acuerdo a la Cámara de la Construcción, cuyos valores son muy superiores a las que se ejecutan bajo administración directa, lo cual sería adecuado en una administración municipal que tenga decencia, honradez y transparencia de procedimientos.
Se sabe que municipalidades como la del cantón Balao ahorran dinero del pueblo ejecutando obras vía administración directa, ya que por contratación pública se podrían inflar los costos, más los sobreprecios que aplicarían algunos contratantes.
Veedurías
Frente a las presuntas irregularidades urge la veeduría ciudadana, puesto que tomando el criterio de muchos maestros constructores de Naranjal, estos afirman que una persona particular que quiera construir una cancha de uso múltiple con las mismas características de las que construye la municipalidad, esta obra tendría un costo muy inferior a los $16, 760.53; al respecto hicieron un balance ligero:
300 fundas de cemento $ 1800
Mano de obra $ 2000
Material pétreo $ 1000
Dos arcos de índor $ 220
Varios $ 2000
Todo esto sumaría un total de $ 7.020.00, siendo este un precio ya sobrevalorado, según el criterio de varios maestros constructores encuestados, presumiéndose un sobreprecio de casi DIEZ MIL DOLARES por cada cancha.
Pero si se descartan estos costos, es fácil someter a revisión los precios que constan en el contrato y de igual manera se notará enfáticas anomalías ya sea porque no se invierte todo lo que indican los rubros, de acuerdo a las descripciones precisadas.
Quisimos recoger el criterio del contratista Ing. Olmedo Vilao Orozco, pero nos fue imposible porque de los contactos realizados nadie nos dio razón de su paradero; y quienes laboraban en la cancha del barrio San Jacinto nos dijeron que ellos se hacen cargo de la ejecución de los trabajos en mano de obra porque el contratista confía mucho en ellos y por lo tanto no suele llegar para nada en los sitios donde se hacen trabajos en su nombre.
Los señores Concejales de mayoría y minoría están invitados a ofrecer su versión en torno al tema, para que a través de los medios de comunicación social se haga conocer la verdad sobre estos hechos. Para muestra basta el contrato C – OP – 27 – 08 – 2006 – PS – RER, dejando en claro que todos los indicios de malos manejos de los fondos públicos dentro del Gobierno Municipal ameritan ser revisados con seriedad, y celosamente vigilados por todos los naranjaleños.
Está muy cuestionada la forma como se manipula la contratación pública y conviene la administración directa para el ahorro de los dineros del pueblo. La Municipalidad, si quiere responderle al pueblo con honestidad, debe cambiar su estilo administrativo; porque para la ejecución de pequeñas obras cuenta con el personal de obrero, maquinaria pesada, solo debe invertir en la compra de materiales de construcción
Póngale usted el precio a esta valla promocional de obra, porque en el contrato aparece a un costo de $ 450.00. Para que justifique ese precio debieron aplicarse 20 fundas de cemento, $120.00; dos quintales de hierro, $ 67.20; tres volquetadas de lastre fino $90.00. $ 150.00 mano de obra para dos días de trabajo; $22,80 material de enconfrado. ¿No cree que con todo ese material se podrá construir una obra muy superior?. Saque usted las conclusiones.
Contratos de canchas: ¿despilfarro, demagogia o corrupción?
Primera ParteInvestigación: Lcdo. Raúl Barreto
Fotos: Sueltillo
Según el contrato C-OP-27-08-2006-PS-RER, celebrado el 22 de agosto del 2006 entre el Sr. Ruperto Espinoza, Abg. Lorenzo Pazmiño – Alcalde y Procurador Síndico, respectivamente, del Gobierno Municipal de Naranjal - CONTRATANTES, y el Ing. Olmedo Villao Orozco – en su calidad de CONTRATISTA, a quien se le adjudica la construcción de cuatro canchas deportivas de uso múltiple, en cuyo caso se puede observar presunción de malos manejos de los dineros públicos, en franco indicio de corrupción que ameritaría una seria y exhaustiva auditoria por parte del Gobierno Central, a fin de transparentar la tan cuestionada administración municipal, que a lo largo de estos últimos años ha venido recibiendo el favor y respaldo político del Partido Social Cristiano, de acuerdo a las permanentes objeciones públicas planteadas por sectores sociales, políticos y concejales de minoría de la localidad.
En el contrato consta que las canchas a construirse son en el Recinto El Tesoro, del sector San Jacinto, de la Delicia; Recinto La Toma, de Balao Chico; Recinto La Marsella, de la parroquia San Carlos; y Barrio San Jacinto, de la ciudad de Naranjal, a un costo de SESENTA Y SIETE MIL CIENTO VEINTIDOS DOLARES CON DOCE CENTAVOS, es decir que cada cancha tiene un costo unitario de DIECISEIS MIL SETECIENTOS OCHENTA DOLARES CON CINCUENTA Y TRES CENTAVOS.
¿Demagogia y proselitismo?
El contrato fue firmado en instancias de campañas políticas del 2006, por lo tanto, el Gobierno Municipal abrió frentes de trabajo, puesto que violando expresas disposiciones del instrumento contractual, y de acuerdo a la cláusula NOVENA, el PLAZO de la entrega de la obra era de sesenta días calendario contados a partir de la entrega del anticipo; y obras como la del barrio San Jacinto se la inició por el mes de octubre 2006, luego quedó paralizada y se reinició recién por el 24 de enero del 2007, es decir cinco meses después, sufriendo un retraso de noventa días sin que se hayan aplicado los procedimientos pertinentes como PRÓRROGA del PLAZO (cláusula décima); MULTAS (cláusula décima primera); RESCICIÓN (cláusula décima sexta – terminación unilateral del contrato si el contratista no iniciare los trabajos dentro de los quince días de la recepción del anticipo y la suscripción del contrato); FISCALIZACIÓN (cláusula décima cuarta – el Director de Obras Públicas Municipal, quien ejercerá la representación municipal en la ejecución del contrato). Por falta de información en la página web del Gobierno Municipal de Naranjal, en aparente incumplimiento a lo que determina la Ley de Transparencia y Libre Acceso a la Información, se colige que de los anotados procedimientos legales y tantos otros, ninguno se ha cumplido dentro del mencionado contrato.
Es más, tales obras jamás pudieron retrasarse por cuanto el Ing. Com. Daniel Medina Valarezo - Director Financiero Municipal, mediante oficio emitido el 03 de agosto del 2006, confiere la disponibilidad presupuestaria para la ejecución de las cuatro canchas, a pesar de la contradicción de procedimientos del cabildo porque en el contrato dice que el concejo municipal en sesión ordinaria No- 08-2006 celebrada el día martes 21 de febrero del 2006, resolvió la ejecución de tales obras, supuestamente tomando en cuenta el presupuesto referencial elaborado por el Director de Obras Públicas – Ing. Félix Casares, mediante oficio PR – No- 106 – OO. PP. MM, emitido el 04 de agosto del 2006, así como la disponibilidad económica del 04 de agosto del 2006, habiendo incongruencias de fechas entre la resolución adoptada por el cabildo y los informes técnico y económico, del cual debieron ampararse para resolver la autorización de tales contratos, observándose que primero se autoriza y luego se conoce de presupuestos referenciales y disponibilidad de fondos.
Indicios de dolo
En el Recinto La Toma del sector Balao Chico no existe el mínimo vestigio de cancha municipal de uso múltiple, y todos los moradores entrevistados por este medio dijeron que en la zona no existe comité alguno y aseguraron desconocer que se haya solicitado a la municipalidad la ejecución de cancha alguna; los señores Ramiro Zambrano, Jhony Palacio y Juan Pérez dijeron que en el sector existen varias canchas de tierra en áreas privadas y únicamente en la cancha de tierra en predios del señor Luis Armijo el municipio instaló lámparas y arcos; enfatizaron además que no existe área comunal porque todos son finqueros. Pese a esto el municipio contrató la construcción de tal cancha en el mes de agosto del 2006, hasta el momento nada se ha hecho, mientras tanto surge otras de las tantas preguntas, ¿por qué se contrató si no había área pública disponible?, ¿Se evidencia la falta de planificación, falta de fiscalización, falta de supervisión municipal?.
Los miembros del Comité de Contratación Pública Municipal también deberán responder, porqué se obviaron procedimientos, toda vez que dicen haber sesionado el 04 de agosto del 2006, a las 15h00 a fin de convocar a profesionales entendidos en la materia de construcción; y, en fecha 18 de agosto del 2006 adjudicaron como ganador al Ing. Olmedo Villao Orozco, contratista a quien que nunca lo vieron en los Recintos El Tesoro, La Marsella, ni en el barrio San Jacinto, durante la ejecución de tales obras, según investigaciones hechas por este medio; fuentes extraoficiales dijeron que al Ing. Olmedo Villao suele ser el único ganador en concursos de ofertas en determinadas obras desde hace varios años, pero solo presta la firma porque presuntamente hasta suelen llevarle los documentos a Guayaquil para que firme los contratos y los cobros pertinentes; inclusive que algunos de los Concejales aseguran no conocer a tal contratista, y a veces ni se dan por enterados cuando se ejecutan ciertas obras públicas municipales.
Presunta malversación de fondos públicosEn el Recinto El Tesoro entrevistamos a los señores Francisco Chinachi y Nelson Ramírez, Presidente y Secretario, respectivamente, del Comité Pro Mejoras; En el Recinto La Marsella indagamos a los señores Teobaldo Aguirre e Inés Vera, ex vicepresidenta del sector; y en el barrio San Jacinto mas notorio aún, ya que en los tres sectores los moradores aseguran haber colaborado con para abaratar costos de tales canchas; ellos prestaron capillas, escuelas, salones para que se guarden los materiales y herramientas de construcción, hicieron guardianía gratuita, etc, sin embargo en el contrato, dentro de la tabla de precios, en los ítems 1 y 2 y en los rubros de gastos por Caseta Bodega se destina un monto de $ 399,60; Guardianía, $ 587,52; se asigna y se paga casi mil dólares por cada cancha, por trabajos y servicios no realizados; a esto se agrega que a cada par de arcos de indor se le asigna el pago de $ 700, cuando el verdadero costo es de $260, 00 cada par de arcos de hierro galvanizado, según referencias de maestros soldadores, estimándose un presunto sobreprecio de $440,00 por cada dos arcos, presumiéndose que los demás rubros también soportan sobreprecios, todo lo cual suma grandes montos de desvíos de aquellos dineros, que si no se los invierte en la obra pública, a bolsillos de alguien deben ir.
Los costos se abaratarían aún más puesto que muchas veces se utiliza la misma maquinaria municipal para el traslado de material pétreo al sitio de la construcción, inclusive se dijo que Recinto El Tesoro se obtuvo el cascajo del estero piedra de afilar cuya cantera queda a unos doscientos metros del centro poblado y de la obra ejecutada. En cuanto a las especificaciones técnicas de la cancha se teme que esta colapse, aduciéndose que no se aplicó un correcto arriostramiento perimetral, por lo que piden un urgente relleno en el contorno de la cancha.
La mayoría de obras municipales se ejecutan bajo normas de la Ley de Contratación Pública, e índices de precios de acuerdo a la Cámara de la Construcción, cuyos valores son muy superiores a las que se ejecutan bajo administración directa, lo cual sería adecuado en una administración municipal que tenga decencia, honradez y transparencia de procedimientos.
Se sabe que municipalidades como la del cantón Balao ahorran dinero del pueblo ejecutando obras vía administración directa, ya que por contratación pública se podrían inflar los costos, más los sobreprecios que aplicarían algunos contratantes.
Veedurías
Frente a las presuntas irregularidades urge la veeduría ciudadana, puesto que tomando el criterio de muchos maestros constructores de Naranjal, estos afirman que una persona particular que quiera construir una cancha de uso múltiple con las mismas características de las que construye la municipalidad, esta obra tendría un costo muy inferior a los $16, 760.53; al respecto hicieron un balance ligero:
300 fundas de cemento $ 1800
Mano de obra $ 2000
Material pétreo $ 1000
Dos arcos de índor $ 220
Varios $ 2000
Todo esto sumaría un total de $ 7.020.00, siendo este un precio ya sobrevalorado, según el criterio de varios maestros constructores encuestados, presumiéndose un sobreprecio de casi DIEZ MIL DOLARES por cada cancha.
Pero si se descartan estos costos, es fácil someter a revisión los precios que constan en el contrato y de igual manera se notará enfáticas anomalías ya sea porque no se invierte todo lo que indican los rubros, de acuerdo a las descripciones precisadas.
Quisimos recoger el criterio del contratista Ing. Olmedo Vilao Orozco, pero nos fue imposible porque de los contactos realizados nadie nos dio razón de su paradero; y quienes laboraban en la cancha del barrio San Jacinto nos dijeron que ellos se hacen cargo de la ejecución de los trabajos en mano de obra porque el contratista confía mucho en ellos y por lo tanto no suele llegar para nada en los sitios donde se hacen trabajos en su nombre.
Los señores Concejales de mayoría y minoría están invitados a ofrecer su versión en torno al tema, para que a través de los medios de comunicación social se haga conocer la verdad sobre estos hechos. Para muestra basta el contrato C – OP – 27 – 08 – 2006 – PS – RER, dejando en claro que todos los indicios de malos manejos de los fondos públicos dentro del Gobierno Municipal ameritan ser revisados con seriedad, y celosamente vigilados por todos los naranjaleños.
Está muy cuestionada la forma como se manipula la contratación pública y conviene la administración directa para el ahorro de los dineros del pueblo. La Municipalidad, si quiere responderle al pueblo con honestidad, debe cambiar su estilo administrativo; porque para la ejecución de pequeñas obras cuenta con el personal de obrero, maquinaria pesada, solo debe invertir en la compra de materiales de construcción
Póngale usted el precio a esta valla promocional de obra, porque en el contrato aparece a un costo de $ 450.00. Para que justifique ese precio debieron aplicarse 20 fundas de cemento, $120.00; dos quintales de hierro, $ 67.20; tres volquetadas de lastre fino $90.00. $ 150.00 mano de obra para dos días de trabajo; $22,80 material de enconfrado. ¿No cree que con todo ese material se podrá construir una obra muy superior?. Saque usted las conclusiones.