por Dr. Pedro Uyaguari Jarama¡Hola queridos lectores! ¿Qué tal? Ya sé, se preocuparon por el título. Quizás algunos recurrieron a nuestro fiel amigo, el diccionario; pero no, no es así. Mima es una palabra inventada para referirme a alguien muy especial, un ejemplo de muchísimos casos que he conocido en mi paso por el glorioso Colegio Nacional Mixto Quince de Octubre de Naranjal, donde tengo el gratísimo honor de ser uno de sus colaboradores, desde hace aproximadamente un cuarto de siglo.
Creo que todos los que nos dedicamos a la noble labor de la docencia somos bendecidos por la divina providencia, ya que manejamos el recurso natural más delicado y más caro del mundo: nuestros alumnos.
Con ellos compartimos y vivimos la tercera parte del día; con ellos aprendemos y nutrimos más nuestros conocimientos; por ellos nos actualizamos en la vida y en nuestra profesión. El triunfo de ellos nos da muchas felicidades y satisfacciones; Así como Mima, que nos hace sentir humildemente complacidos con la labor cumplida.
¿Quieren saber quién es Mima? Humilde, sencilla, ordenada, honesta, fiel, colaboradora, activa, atenta, obediente, dulce, tierna, bondadosa, respetuosa, ambiciosa, y sedienta de superación.
Su atención estimula y obliga al maestro a que entregue todos los conocimientos que tiene a su alcance. Sus miradas profundas, que se deslizan por el horizonte del saber, provenientes de sus perfectas y redondas pupilas de noche sin luz, rodeadas por un marco oscuro de pobladas cejas y adornadas por largas y tupidas pestañas que se asemejan al astro rey en todo su esplendor.
A ratos, su sonrisa espontánea adorna su bello rostro juvenil, desconecta la atención para entrar a un breve relax con una corta dinámica de su ocurrido maestro que trata de sacarlos del tedio para que no se haga aburrida la clase. En ocasiones protesta porque la desconectan. En cambio, la mayoría quiere seguir con la dinámica… bueno, así es este trabajo.
Su silueta fina, pequeña. Aceptablemente distribuida y muy ágil. En su interior, un torbellino de ideas y ambiciones que la mantienen dinámica y muy participativa. Propia de la edad de niña inocente, pero que sí se pregunta ¿Qué hay más allá de hoy? Sus aspiraciones profesionales son compatibles con su noble sentimiento de bienestar al prójimo y de mejorar la sociedad. Admiradora profunda de Hipócrates.
Todo esto muy lindo, parece un sueño, claro que sí, pero se queda en un simple sueño, como ha sucedido con las otras Mimas precedentes. Me refiero al género femenino porque he podido observar que las mujeres son las más destacadas como estudiantes, y si quieren, revisemos las listas de abanderadas y mejores bachilleres de este colegio.
El problema no son todas las Mimas, son las que no lograron su objetivo, y las que no lo lograrán por ese bendito factor económico, teniendo que conformarse con el sueldito que les ofrecen los negocios de la localidad porque no da para más. Truncando todas sus aspiraciones y echando por la borda todos los sacrificios y esfuerzos derrochados en la lucha por un sueño. Es como ver agonizar a una persona teniendo la medicina en la mano, o morirse de sed junto a la fuente.
Creo que no es por falta de voluntad, sino por falta de socialización y concienciación de la comunidad. Todos queremos ver crecer a nuestro pueblo, pero no solo en lo material, sino en lo humano, como personas. Dediquemos los recursos a donde sean más necesarios. Esto me hace recordar a los padres que envían a trabajar a sus hijos a temprana edad, porque así se gana más dinero que estudiando. Una vez escuché una de esas tantas estupideces: “pon encima de tu título una olla para ver si te va a cocinar… trabajando se gana más”
Quiero dar una sana y humilde idea, respetando los criterios de todos en la comunidad.
La comisión de educación del municipio debería liderar la creación de becas, junto con
Empresas, comercio, filántropos, y el pueblo en general, para ayudar a solventar ciertos gastos que demanda el estudio de algunas Mimas, pero con cantidades periódicas hasta la culminación de la carrera, y que se ajusten a la realidad como ayuda, no como dádivas y demagogias. Para dar seriedad y responsabilidad debe utilizarse el plano jurídico, al que deberá someterse.
Pueden tener su pasantía en su etapa estudiantil, y su devengación de becas con sueldo una vez profesionales en las diferentes áreas en la que se prepararon. Podría comenzarse con unas tres becas por año, que luego nivelarían a quince, tomando en cuenta una carrera de cinco años por lo menos.
El recurso económico creo que lo hay, lo único que habría que hacer es reajustes en ciertos gastos innecesarios que suenan a despilfarro, sin el ánimo de criticar, la Ilustre Municipalidad, preocupada por la felicidad de su pueblo en las fiestas de aniversario, pagó a una orquesta, y según mis cálculos era la más cara. Sólo pude ver y contar a seis parejas bailando una sola pieza musical. El resto, transitando, parados, mirándose unos a otros. Las chicas de la orquesta se sintieron mal por el desplante del pueblo, y si no me equivoco, se “alzaron” antes del tiempo pactado.
Revisemos todos esos pequeños detalles, y allí encontraremos el financiamiento para hacer realidad “el sueño de Mima”
Este sistema de becas debe ser institucionalizado, y debemos tener paciencia de esperar buenos resultados a futuro. Que no intervenga la politiquería, sino el sentimiento noble y patriótico de servicio a la comunidad. Te quiero grande Naranjal, te quiero.