INCREMENTO EN LOS SALARIOS

Cuando Ecuador dejó atrás la última dictadura militar, al comienzo de esta accidentada etapa democrática, la masa salarial era más pareja con la canasta básica familiar; es más, el costo de ésta sigue siendo aproximadamente el mismo: alrededor de USD 400,00. Sin embargo, en estos 27 años las condiciones económicas y laborales de los ecuatorianos han sido afectadas duramente por la puesta en práctica de un modelo económico neoliberal que tenían como único objetivo, enriquecer más a un pequeño grupo de empresarios ligados fundamentalmente a los exportadores y al comercio y que no han considerado las necesidades de los otros trece millones de ecuatorianas/os. De ahí que el creciente descontento cívico y popular por el abandono y explotación por parte de la clase dominante, sus representantes y los gobiernos de turno, desembocara, luego de una ardua lucha popular, en la Revolución Ciudadana.

Al día de hoy, y casi un año después de instalarse en Carandolet y en la esperanza del pueblo, debemos reconocer el mérito de este gobierno al cristalizar unas de las alzas salariales más importantes que ha tenido el Ecuador en su reciente historia republicana: 30 dólares al salario básico unificado de trabajadores y empleados dentro de la llamada “mano de obra semicalificada”, y 50 para operarios, artesanos y empleados/das domésticas. Con este aumento el salario mínimo llega a los 200 dólares para los primeros, y a 170 para los segundos.

Esta acción beneficia no sólo a los trabajadores sino a todo el país, pues este aumento en los ingresos dinamizará la economía doméstica e insuflará mayor circulación en el mercado de consumo. Cosas que, debemos apuntarlo, son el norte de los pequeños y medianos productores, comercializadores y empresarios.

Como FENACLE saludamos este esfuerzo por equiparar el salario a la canasta básica y esperamos que en los próximos años el Gobierno la iguale, pero esta acción debe ser complementada con la supresión de las formas de intermediación laboral y tercerizacion de personal, que siguen siendo instrumento de precarización de las condiciones de vida de más de millón y medio de ecuatorianos y ecuatorianas y que el Estado le garantice a toda la población alimentación suficiente, sana y a precios accesibles… Que el año que empieza siga beneficiando a todos.

Por: Guillermo Touma