Recientemente se ordenó talar los árboles que quedaban junto al estadio José Benito Ordóñez. No es para extrañarse, ya que además de no hacer absolutamente nada para evitar la contaminación de los ríos de Naranjal por la presencia de bananeras y botaderos de basura, la quema de llantas, tampoco se pronunció por el material pétreo que el MOP lanzó al río cuando hubo derrumbes en la carretera Cuenca Molleturo Naranjal. NO hay un control ambiental a nivel local, y eso resulta preocupante dado el interés del Gobierno Municipal de pedir la descentralización en el medio ambiente.
Tampoco ha tomado medidas para proteger Cerro de Hayas, Churute ni los manglares circundantes. De hecho, según comentó el Biol. Bruno Yánez, ni siquiera asiste a las sesiones del comité de gestión de la Reserva, mientras tanto, el M.I. Municipio de Guayaquil está interesado en asumir el manejo de la Reserva Ecológica Manglares Churute.
Muchas aves e iguanas están aún a los alrededores de lo que fue su hábitat. El Gobierno Municipal de Naranjal no ha anunciado medidas para aliviar el impacto ambiental provocado sin mayores argumentos. Los únicos afectados por la presencia de esos árboles eran los que pautaban publicidad en las paredes del estadio.
entre la maleza se pueden ver las aves buscando resguardo de los depredadores y algo de alimento.
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